A lo largo del día accedemos a gran cantidad de servicios electrónicos, muchos de ellos protegidos por contraseña. Este elemento actúa como protector de nuestra información y nuestros servicios. Si utilizamos contraseñas débiles o si se reutilizan las mismas en diferentes plataformas, somos más vulnerables a ataques cibernéticos.

¿Cómo crear una contraseña segura?

La AEPD ofrece las siguientes claves para crear contraseñas robustas:

  • Longitud: Se recomienda utilizar contraseñas de, al menos, 8-10 caracteres. Cuanto más larga sea la contraseña, mayor será su complejidad y, por lo tanto, su resistencia a ataques de fuerza bruta.
  • Combinación de caracteres: Es fundamental combinar letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales (@, #, $, etc.) en la creación de contraseñas fuertes. Esta variedad dificulta la predicción y el descifrado de la clave por parte de ciberdelincuentes.
  • Evitar información personal: No se deben incluir datos personales como nombres, fechas de nacimiento o direcciones en las contraseñas. Esta información es fácilmente accesible y puede ser utilizada por hackers para realizar ataques de ingeniería social.
  • Contraseñas únicas para cada cuenta: Es esencial crear contraseñas diferentes para cada cuenta online. Reutilizar la misma contraseña en múltiples plataformas aumenta exponencialmente el riesgo de sufrir un robo de identidad o acceso no autorizado a otras cuentas.
  • Evitar patrones simples: Se deben evitar patrones sencillos como "password123" o "miclavemiclave", ya que son fácilmente descifrables por programas informáticos especializados.
  • Actualización periódica: Se recomienda actualizar las contraseñas periódicamente, al menos cada 6 meses o un año. Esto ayuda a minimizar el riesgo de que una contraseña comprometida sea utilizada para acceder a las cuentas.